7.10.10

Hay momentos que por las madrugadas me arrepiento y empiezo a temblar.

Me desperté a la madrugada, o eso creí. Estaba destapada, asique tome unas par de sabanas con colchas y las pose sobre mí, cerre mis ojos.. y vino una imagen, y a esa le siguieron unas cuantas más. Los recuerdos eran muy nitidos, no estaba soñando.. era como estar ahí, otra vez. Temblé.. no hacia frío. Comprendí, que lo que me hacia temblar, no era el frío, sino el recuerdo, esa vivencia. Tengo recuerdos, flashes.. que me marcaron a fuego, los llevo conmigo y sé que van a formar parte de mí, siempre.
Lautaro me marco, y aunque ya no tengamos nada.. y duela, no me lo voy a olvidar nunca. Fue una historia, me enseño miles de cosas, con él madure, cambié. Entendí muchas cosas que tal vez si no me hubierado dado él la oportunidad no las hubiera entendido. Estar con Lautaro me hizo entender que si le peleas, podes ser feliz, podes conseguir lo que vos querés, se trata de proponerselo y tener paciencia, nada más.
Estar con alguien tan diferente a mí (en el sentido de como vive la vida) me hizo ver muchas cosas, me hizo comprender otros puntos de vistas, y hacerme entender que por el color de piel nadie es más persona que otra.
Me hizo sentir miles de sentimientos diferentes, pero sobre todo, me hizo feliz.
Y no puedo tener bronca, no puede no caerme bien, porque lo conosco, sé como es.. y me encanta.
Y tengo que agradecerle por todos los momentos, recuerdos, que dejo conmigo.
Gracias Lautaro, por hacerme sentir algo tan lindo, gracias de verdad.
No me arrepiento de absolutamente NADA de lo que viví con vos, nada.

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