23.8.11

Alguien susurró mi nombre. ¿Acaso estaba soñándo nuevamente?. Voltié. No, no era un sueño. Todavía recuerdo sus ojos, marrones, profundos clavados en los míos. Me limité a observar, analizar cada diametro de su rostro, su barba que señalaba que no era afeitada desde unos cuántos días, sus pestañas arqueadas, su nariz puntiaguda, y esa media sonrisa que quería escaparse de su rostro. Sonreí, lo tenía a centímetros de mí, era real, no lo había inventado, él existía.. y estaba ahí, estancado enfrente mío, esperando una reacción.
Tomó mi  mano, me estremecí, una sensación fría recorrío cada parte de mi cuerpo. Entrelazó sus dedos con los míos, los unió para hacer de uno, los dos. Dos pasos dió, y ahora podía sentir su respiración confundiendose con la mía.. un grito, una lágrima, y un adiós anudado en la garganta.
Desperté.

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