Liberarme

Desde chiquita, jugando a ser otra persona diferente a mí demostraba que no me quería, que no me aceptaba. Crecí y ese sentimiento de disconformidad conmigo misma creció y empeoró. Tal vez el empezar primer año, la obligación que te imponen de tener que gustarles a los chicos o a los demás, el miedo a lo desconocido, la inseguridad, las cargadas por el físico, la crueldad de la edad por no tener tetas, culo o ser linda, hizo que mi inseguridad creciera a pasos agigantados. Llorar por cometer errores, por hablar de más, por no sentirme querida, por no tener la vida soñada, por sentirme sola, por no sentirme linda, por las cargadas, por la necesidad de que alguien me viera linda, por querer ser aceptada, por sentirme sapo de otro pozo, por no quererme, por odiar mi forma de ser, eso era mi vida. Eso es mi vida. Tal vez algunas cosas ya no estén, pero la inseguridad es la misma y aquella que  no me permite ingresar a un grupo nuevo de personas por miedo a no ser aceptada, ser rechazada o no saber cómo actuar.

Es la que me ata, me encierra y no me deja ser. Me propuse mil veces cambiar, dejar de hablar tanto, pensar antes de hablar o actuar, no criticar al otro, no tener miedo a la mirada ajena, porque no me tiene que importar los demás, cambiar, ser mejor persona y quererme yo, para querer al mundo. No puedo, siempre termino siendo igual o peor, veo como la gente de mi alrededor cambia, algunos para bien otros para mal, pero cambian, pueden. Siento que he cambiado, no soy la misma que era cuando tenía once años, pero no fueron cambios a conciencia, sino que cambié, por cosas de la vida, momentos que tuve que vivir o superar, hicieron que me convierta en lo que hoy soy. Todo lo que me guarde, sufri y llore en silencio, también está presente en ésta Constanza actual, que no se siente bien eecon ella misma, y creo que hoy más que nunca siente un profundo rechazo. Porque creo que cambié pero sin  querer hacerlo y me siento mal.
Las personas son lo que quieren ser, y yo puedo ser quién quiero ser, tengo que esforzarme realmente, yo de verdad quiero cambiar, dejar de darle importancia a la mirada ajena, ser quién quiero ser, no  ser lo que otros quieren que sea. No vine a ésta vida para cumplir deseos de nadie.
  Desatarme, liberarme.. de eso se trata.