La misma historia
el mismo final del tunel
el mismo error
la misma piedra en el camino
el mismo dolor
la misma decepcion
la sal de las mismas lamgrimas
el mismo cansancio
la misma hoja en blanco
el mismo sentimiento de inutilidad
el mismo vacío en el medio del pecho
el mismo sentimiento de no encajar
de nunca llegar hacerlo
soledad, la misma de siempre
la de hoy, la de ayer y la de mañana
me siento muy estúpida, siento que siempre voy a vivir de ilusiones
en base a nada
siempre ahi, entrás y ves lo que no queres ver

Me gusta el café con leche oscuro. Antes de irme a dormir reviso calefón, puertas cerradas y gas. Me pongo alarma hasta en días de vacaciones. Llego siempre tarde a todos lados (lo odio.). Desde que tengo memoria mi torta de cumpleaños siempre es de frutillas con crema. Tengo terror a quedarme sola. Imagino mucho y me compro mis propias historias (suelen ser malas). Últimamente lo primero que veo de las personas son las manos, sobre todo cuando viajo en bondi. Traumada de los gérmenes. Soy maniatica de las lentes de contacto y tengo terror de sufrir algo relacionado con los ojos. Disfruto mucho de leer. Me desagra ver gente comer arriba de los colectivos. Me siento observada siempre que espero en la puerta para bajarme del colectivo. Me da miedo defraudar a los que quiero. Actúo cada vez que tengo tiempo frente al espejo. Tengo seis de miopía  en cada ojo. No me puedo ir a dormir sin lavarme los dientes (literal, si me quedo dormida, me despierto en medio de la madrugada). Me genera felicidad comer chocolate. Parezco muerta de hambre cuando hay algo que me gusta para comer. Siempre que tengo que hacer algo en la computadora cuelgo con Facebook o Twitter. Le doy suma importancia al que dirán. Suelo dar consejos en los que creo, pero los cuales no logro aplicar en mi vida. Soy la indecisión constante. Todos los días siento ganas de abrazar a alguien (desconocido o conocido). Lagrimeo por nada. Soy yo y el sentimiento de culpa a cuestas. Me suelo sentir demás en el mundo. Es muy fácil ponerme incómoda. Hay días que no tengo un gramo de amor propio. Me imagino posibles situaciones (muuuy pocos probables) en mi cabeza y las personalizo. Me encantaría cantar, actuar y jugar bien al fútbol, llevarlo como algo nato. Detesto la forma de mi nariz, pero no suelo hacer criticas hacia ella. Canto a los gritos. Me involucro setimentalmente más de lo debido. Aún tengo dudas en seguir la carrera de Trabajo Social. Tengo miedos y sé que el miedo te paraliza pero no puedo desprenderme de ellos. Tengo pánico de no enamorarme y de que no se enamoren jamás de mí. Tengo todo un ritual antes de irme a dormir. No me gusta quedarme dormir en casas ajenas.

Tiempo al tiempo

Crees que todo empieza y termina en él, que jamás vas a querer tanto y sentir algo tan fuerte como el sentimiento que él te genera, que no va haber otros labios que besen así, tan especial, que no va haber abrazos que alejen tanto mal, que nunca nadie más va a lograr detener el mundo cuando sus miradas se cruzen. Después de él no hay más nada, entonces tiene que ser él. Sí, sí, sí se tiene que dar, es él; una historia así no se puede terminar o ¿no?.  pero no, no es él. Y lloras y sufrís.. y crees que esa pena nunca en la vida se va a desprender de vos, que la vas a llevar por siempre en la piel.
Después de un tiempo, una mañana te levantas y vivís tu día.. y él no apareció. No apareció en el dialogo de la última película que viste, ni en tu mente cuando escuchaste una canción de amor, tampoco en las charla con tus amigas y hasta recordas que no lloraste la noche anterior al irte acostar.
 Un día te das cuenta, que tal vez él mundo no empezaba ni terminaba con él (con él ni con nadie), que ya no es tan importante como para hacerte mal.
Que lo recordás, sí;  pero ya esos recuerdos no te angustian, no llegan a vos en forma de dolor.
Comprendes, por fin, que todo pasa.
Hay cosas que solo el tiempo las puede curar..