25.2.15

De hoy, de ayer y de mañana

Estaba angustiada, no sabía realmente el por qué, sólo podía sentirme insignificante para los demás. Inutil. Cuando crees ser importante para una persona que lo es para vos, y la realidad decide enrostrarte en la cara que estás equivocada, que todo este tiempo estuviste viendo el canal equivocado, duele. Mucho.
Me refugié en el abrazo de mi mamá, deseaba, en verdad, creeer en sus palabras, quería  creen en su "ya pasó, ya está." . Aferrarme en su seguridad ya que la mía brillaba por su ausencia.
Deseaba creer en sus poderes, tal como lo hacía cuando era más chica y me aseguraba, mientras me acariciaba el pelo, que todo iría bien. Acunandome en sus brazos, arrasaba con mi penar.
A los 19 el abrazo de mi mamá no logra borrar el dolor, pero si aliviarlo. Sé que un "todo va a estar bien" no essuficiente para lograr desaparecer el problema pero sí para apaciguarlo. Y hoy más que nunca, es eso lo que preciso.

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