Hablamos del mañana como si tuviéramos la certeza que va a existir ese mañana. Dejamos de decir, de hacer cosas confiándonos de que va haber un mañana. Creemos que siempre va a ver un mañana esperándonos, que vamos a tener otra oportunidad. Pero no siempre es así, muchas veces dejamos las cosas para un mañana,
un mañana inexistente.
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