19.2.13

Lo que brotó de mí.

Cuando estoy mal  y no encuentro manera de salir, allí te veo: blanca y suave. Tan hermosa y delirante,  tentandome a escapar, invitandome a ser feliz de otra manera, sacando lo mejor y lo peor de mí.
Irresistible, ya no estás. Un segundo y te esfumás como la brisa. No estás, pero te siento, te siento dentro de mí haciendome renacer desde lo más profundo de mi, enredandome en un sueño de luces, pupilas, ruidos y movimientos. Estoy vivo.


Despierto. Sobrevivo en los escombros, en lo restos de lo que fui, en las miserias que dejaste. Absorviendo lo poco que queda de mí, lo mucho que queda de vos.
Y porque ya no tengo nada,.. vuelvo a tus brazos. Caigo en vos. Otra vez.


¿Cuánto podés detruir? ¿Cuánto te puede quitar?
Y parafraseo a el Pato ¿Cuánto?¿Vivir así CUÁNTO te puede costar? A vos: tu familia, tus amigos, tu trabajo, tu verdadero yo, aquel que del que hablan pero jamás conocí. Aquel que te robaron (o te robaste?), aquel que hundiste o sólo huyo de vos? Sólo sé que no va a volver, no importa lo que suceda, lo que me/te/nos suceda, no va a renacer de lo profundo de tu ser, porque ya no está. No existe.
Y acá me siento a esperar verlos pasar destruyendo todo a su paso, vos y ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario