Quiero quedarme para cosas buenas.

A veces me detesto, son esos días en los que me siento chiquita, insignificante como una semillita, imperceptible y aún así, demás en el mundo.
Más allá de lo fisico, de lo personal, es verme transformada en lo que siempre critiqué, detesté. En lo que jamás desié ser. Soy eso. Soy esa persona que corre, que consume, que llega de malhumor y descarga con quién menos se lo merece, soy una sonrisa perdida, un alma desangelada. Adoctrinada, domada Regateando y robando tiempo de dónde no hay para hacer lo que me hace realmente bien.
Desplazada. Contaminada e intoxicada por un mounstro, por una creación del hombre, por un sistema injusto, que sólo te presenta un futuro desolador.
Me quejo, lloro y sufro las injusticias, las tristezas y el penar ajeno, pero mirenme acá estoy.. frente a una computadora, sólo escribiendo, sin hacer nada. Por miedo? por no saber realmente por dónde empezar? por no creerme capaz? Porqué?. Yo te juro, que sé que es posible una realidad diferente, y sé que algún día va a llegar. No, no va a tocar la puerta una mañana, ni va a entrar y todo será de color. No.. vamos a ir por ella, y la vamos a encontrar, porque ella nos está esperando.
Hoy.. siento que la lucha es día a día, depende de mí dejar que me contaminen con sus ideas, que me pudran el cerebro con idioteces, depende de mi dejar que me venden los ojos y me tapen los oídos, depende de mí elejir entre un libro o la televisión, depende de mí dejar que hagan trizas mis sueños y llenen de polvo mi esperanza. Depende de mí darles el poder de romper con quién soy realmente y crear un nuevo ser lleno de desesperanza y resignación.
Por mí, por los que quedaron a camino, por vos, por cada uno de nosotros, elijo día a día, cuando veo que voy para atrás y me estoy perdiendo hasta a mí misma, hundirme en mi abismo hasta encontrarme.
Hoy soy palabras, mañana una acción.
Dicen que la revolución está en las mentes, hoy elijo creer en eso para seguir.



Resistir.