25.6.16

Dejando la mágia pudrirse.

Bueno.
Crees que tenes todo muy bajo control, hasta que las cosas no suceden como lo habías planeado mentalmente. Mientras tanto te das la politica de no pensar, de mantenerte entretenida, con la mente ocupada: reuniones militantes, facultad, politica, proyectos, tus tres tabajos, bleh. Basura. Nada sirve cuando es Sábado, tarde - noche, y suena un tema que te lo invoca. Todo lo demás desaparece y ahí estas, ahi te encuentro:
En el patio trasero de el lugar donde laburas, cigarillo en mano, ojos cerrados mientras lo invocas con el pensamiento, con fuerza, con deseo, con desesperación.
Alguna vez leiste o escuchaste que cuando una persona piensa mucho en otra, la invoca, de alguna u otra forma ese otrx, aparece, no necesariamente fisicamente, pero se hace presente. Crees en eso, te aferras como última instancia.
Suenan los últimos acordes de la canción.. y el cigarro se consume entre tus dedos y tus pitadas desesperadas, pero el celular no suena, y él no viene, no llega, no está.
Quien nunca estuvo, no se va. No te podes ir de dónde jamás te hiciste presente.
Y cantás la última frase, pero la cambias, vos no queres que sea rock. Queres ser vos.

"Que sea lo que vos quieras... y ojalá que sea YO."

Ojala que sea yo. 

21.6.16

Somos.

Juana viaja en el último asiento individual. Sí, los que van en hilera, a la derecha. Tiene la frente apoyada contra el vidrio de la ventanilla. La presión y el repiqueteo cada vez que agarra un empedrado le molesta, pero no presta atención. Está pensando en que es tarde, y que siempre le pasa lo mismo y le da bronca, se da bronca, no puede ser que no pueda cambiar. A modo de chiste suele decir que es como una enfermedad la impuntualidad, pero a veces lo llega a sospechar realmente.
El E tardó más de lo que proyectó, y el 53 siempre fue un bondi jodido, de no fiar. Y ahí de repente, de sopetón, piensa en la reacción de Geronimo cuando la escucho decir: "Sos todo incomprobable"
recuerda como se rió, se indignó y luego entendió. Había razones de sobra para tener esa idea sobre él: "Bueno sí, sí.. tenes razón..". Le hubiera gustado que no, que no lo aceptara, que se lo refutara, que intentara por lo menos hacerla cambiar de idea, pero no, nada. Que él lo aceptara, asi tan livianamente no le servía para nada. Tampoco hubiera sido util que lo negara. Y aunque le de vueltas y vueltas, sabe que no existe respuesta que la deje conforme..

Porque con Geronimo no existen los "a gustos", siempre queda un sabor amargo, a veces más agridulce, otras tantas más dulzonas, pero viste ese dulce efímero, de mentiritas, como el mate cuando recién lo armás, que le pones aguita, azuquita, lo cebás dos o tres veces y ya está, amargo otra vez, pero en realidad nunca estuvo dulce, un buen mate dulce, perdura. Puro engaño el mate a veces, si nos ha engañado el agua en aquella pava! 
Pero acá, no hay mate engañoso, ni pava chillando al cuete, acá las reglas del juego fueron aclaradas antes de tirar los dados, y tiré. Medio de inconsciente y otro medio de valiente. Combinación peligrosa si las hay, las hay. O capaz ni de valiente, sino de masoquista o tal vez de soñadora, de ir busca siempre del imposible, por que no, porque no se me da la gana creer en imposibles. Porque sí, porque si tengo que ir por la vida con la frente morada de tanto golpe, así será, pero a mí los "qué hubiera pasado.." no, no me van, no me caben, no nos llevamos bien. Prefiero no dormir lamentandome del error, que le eterna suposición de algo que jamás podre tener posibilidad de saber. No me gusta lo que no puedo manejar. A Geronimo no lo manejo, no del todo, y está bien, es divertido, es atrapante. Él es atrapante. Y atrapante sus besos. Sus caricias. Su tira y afloje constante. Así es nuestra relación, sin proyecciones, sin mañanas, sólo el ahora y la imperiosa necesidad de devorarnos a besos, centimetro a centimetro, recorrernos de una punta a la otra, son placer, con pasión, con total devoción. Perdernos en el arte de nuestros cuerpos, sin percatarnos del acelero de nuestras palpitaciones. Entregandonos al otrx, sin miedos, sin tapujos, de lleno.
Por eso sigo, porque después de tanta queja, hay algo en ese juego perverso, de amarnos de a cuartos de hora que me seduce, que me motiva, que me encanta. Te quiero, pero como jamás quise a nadie, porque me abriste un mundo nuevo.. con romanticismo de turno, habitando diferentes roles, con intensidad, con distancia, con corazón. No te amo, no me amás, no proyectamos una vida juntxs.. somos lo que sentimos cuando estamos en frente del otro, besandonos, acariciandonos.
Somos lo que se traduce de nuestras respiraciones, somos el calor que se desprende de nuestros cuerpos, somos la intensidad de nuestras miradas cruzadas, somos nuestra transpiración, somos la fotografía de nuestras ropas en el suelo.
Somos.

9.3.16

La Mella llegó a mí una mañana de Febrero, dónde mi única preocupación era no perderme en medio de la facultad, el poder realizar todos los trámites de inscripción a mi casa sin morir en el intento, con un verano que no daba respiro. Fue una mañana caótica, en la qué me odié por haber elegido jean y no short. Traspirabas nervios.
Llegué y Tincho me interpeló. Me interpeló él, no la Mella. Pero eso sirvió para que se abriera una puerta que nunca más se cerró.
LLegué a la Mella en Abril, en Marzo dí mis primeros pasos y a mitad de Abril me decidí. Me animé.
No entendía nada. No entendía la dinamica, menos la insistencia constante. Me parecía exagerado el anotarse en una grilla, y ni hablar el de tener que pedir reemplazo. No comprendía la organización y hasta por momentos me asustaba no ser muy consciente de dónde me estaba metiendo.
No me pregunté cuándo, ni por qué, pero de repente estaba sumergida, ya era parte. Y lxs queria, quería a cada compañerx, aunque no supiera nada sobre ellxs, aunque apenas los conociera, estaban ahí conmigo,con frio, con calor, con sueño, con cansancio, con manija, con hambre, estaban ahí, porque los motivaba lo mismo que a mí, el sueño de un mundo diferente. Pero ellxs no solo soñaban, creaban también. Pensaban politica, discutían, se formaban, pero sobre todo.. se acompañaban. 
De repente, asimilé lo que significaba ser un "compañerx", palabra que tanto tiempo me había hasta causado gracia, cobraba sentido, se llenaba de contenido. Ni amigx, ni conocidx, ni familia, sencillamente compañerx. Comprendí la importancia de dejar de lado el cansancio y hasta algunos caprichos personales, para dejar de ser Coti, y convertirme en un colectivo militante.
Militar desde el corazón, con amor pero también con politíca y organización. Enseñarnos el unx al otro, acompañarnos, alentarnos cuando todo parece perdido, abrazarnos. 
Porque cuando creí estar sola, había un alguien sosteniendome la mano.
Porque cuando no me creí capáz, hubo alguien diciendome que yo podía.
Porque cuando creí que ya no valía la pena el esfuerzo, hubo una organización que me devolvió las ganas de creer.
Porque comencé ese 2015 asegurando que "no iba a militar ni loca", por que no había bandera donde me sintiera representada, porque no encontraba el lugar ideal, no existía. Y no, aprendí que una organización sin errores, está determinada al estancamiento y que la idea de "la organización ideal" sólo es un impulso para mejorar, para reveer constantemente nuestras prácticas y superarnos, pero juntxs, a la par. O crecemos todxs o no crece ningunx. 
Y queremos crecer junto al pueblo. Crear para vencer.
La mella, Patria Grande, me devolvió las ganas de creer, de superarme, de aprender del otrx, de escuchar lo que el otrx tiene para decir y de crecer.
Soy feliz. Y creo que es la primera vez en mi vida, que me siento completa, realizada.
Encontré mi lugar en el mundo y acá me voy quedar. Acá nos vamos a quedar.