23.10.13

No hay dolor que duela más el que el del alma..

No se aleja así nomás..

La verdad que no sé que es lo que esperaba, sabía que estaba la posibilidad de un no, es más eso era lo que me impedia preguntartelo, querer hablar del tema. Miedo profundo a tu no, a tu rechazo.
Pero tampoco estaba bien seguir carcómiendome el cerebro de la forma en cómo preguntartelo.
Junté valor y torpenmente te pregunté y la respuesta no fue la que imaginé, de todas las supuestas contestaciones que pensé que podias llegar a dar, ninguna fue. Me hiciste un gesto, con más "no" que otra cosa. Después acotaste que no lo habías pensado y desviaset totalmente el tema apesar de mis estúpidos intentos de sincerarme con lo que me pasaba, pero vos no querias escucharlo.. era demasiado para manejarlo y no querías lastimarme. Te pude leer a la perfección, por primera vez comprendí todo, demasiado tarde. Ya me había expuesto..
Toda esta historia sólo existió en mi cabeza y creo que después de todo, eso lo hace más doloroso aún. Que no haya habido jamás algo detras de las miradas, de las charlas,los comentarios, de los abrazos, las jodas, las salidas, las sonrisas. Nada entendes? jamás existió NADA de todo lo que estuve plasmando acá y todo lo que viví en mi cabeza. Fui sólo yo y mi deseo, y eso te juro que asusta. Estoy demasiado sola..
Y se abrió más la herida, con los últimos comentarios. "Ella sabe igual que nada, que no pasa nada".
La nada misma eso fue, y es así como me siento hoy. Transparente, frágil. No entiendo que realidad estuve viviendo todo éste tiempo.. estuve cegada, obnuvilada.
Ayer a la madrugada, no sé de dónde saque fuezas para no quebrarme, me pinté una sonrisa y seguí actuando como siempre. No quiero arruinar esta amistad. No quiero arruinarme más, no quiero más dolor.
Quiero dejar de sentirme tan chiquita y frágil. Expuesta constantemente al dolor.
Siento un hueco en el medio del pecho, es una angustia que arrasa con todo.
Yo ya no te pido que demuestres, que te animes ni que dejes la duda, porque hoy ya entiendo que nunca jamás estuvimos en la misma sintonía. Jamás compartimos el mismo sentimiento.
Fue sólo una experiencia, un "saque de ganas".. y acá estoy yo, hundida, pero tratando de salir a flote.
 A pesar de eso, es un alivio haberme sacado esa mochila, ya no tener esa duda (qué suerte que no estás para hacer el chiste), la verdad duele.. pero alguna vez Serrat escribió: "Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio."

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