29.12.14

Un matete en un inconciente que desea volverse conciente

Ella lo miraba y sentía como la mirada de él, le estaba hablando, a gritos desesperados, intentando transmitir lo que las palabras, cobardes, no se animaban a decir. Y eso estaba bien, hay veces que no estámos preparados para escuchar lo que las palabras tienen para decirnos. Pero lo reprimido, lo guardado, pide salir y liberarlo se vuelve una necesidad. Más bien una obligación para poder seguir el camino. Ellos sin hablarse lo entendieron y dejaron a sus miradas actuar por ellos.

 Pero el deseo se vuelve fuerte y va haciendose lugar en las entrañas, de a poco, a paso lento. De pronto, te ves inundado de él y ya no sos conciente de tus movimientos, ni de como responde tu cuerpo, es el lenguague del deseo el que toma el control y habla por uno. De repente tus manos vuelan por él cuerpo de él, tus dedos se enredan en su pelo, y tu boca jadea, y tu respiración se acelara y los cuerpos se bambolean a un ritmo y a un compás propio, no conciente. Y de pronto, no sabés como llegaste a ese punto, pero sólo sabes que no queres parar, queres más. Eso es el deseo.
La caricia en la pierna, se convirtió en una unión de manos, para después dar lugar a dos cuerpos acurrucados. Caricias. Besos en la oreja. Y sólo podes pensar en besarlo. Y lo haces, girás tu cabeza,  y lo besas, con auténtica pasión y devosión. Desesperación. Y todo se vuelve fuego y calor.
Te alza, el destino es el colchón, d+onde terminan fundiendo sus almas, entre caricias, besos, palabras y jadeos.
Y pensar hoy, está de más. Sólo hay lugar para el sentir.

22.12.14

1ra.

De vez en cuando entra a su facebook, revisa su muro una y otra vez. No sabe por qué lo hace, no tiene idea realmente qupé busca encontrar, pero jamás  encuentra algo más que alguna amistad nueva. Tal vez en cada visita espera ver alguna actividad que le demuestre que él está con alguien, pero en su facebook ni noticias de su vida. No sastifecha, vá al archivo y re- lee publicaciones viejas..2009, 2010,2011,2012,2013.. pero llega al 2014 y nada, saludos de cumpleaños y diez pulicaciones más de él a lo largo del año. No, no está obsesionada, sólo extraña. Creo que es lo único que le quedó de él, eso, su amigo y las tres charlas que tuvieron por chat de facebook que activan la memoria. A veces.. necesita de él, saber de él, pero no encuentra dónde, entonces alivia ese pesar viendo su ultima conexión o en noches como éstas, entrando a su muro, y re-viendo antiguas públicaciones. Se siente patética. Sólo tres meses y semejante sentimiento a cuestas. Sueña con encontrarselo en algun boliche, en algún parque, en algun asiento de colectivo, en alguna parada, tal vez.. cruzando una esquina o en una ventana de whatsapp. Y cuando nada de esto es suficiente, cierra los ojos y remonta algún recuerdo, suele elegir siempre los mismos (en realidad, no hay mucho para elegir) y los vuelve a sentir como por primera vez.

16.12.14

The last

Te despediste.
Te imaginé acercando el banquito negro o gris hacia tu extensa y cómoda cama de dos plazas, apoyándo tu reloj despertador y preséntandomelo.-"ésto es lo que uso para despertarme"-.  Te visualicé presionando su botón hasta llegar al número siete. Después, sacándote la remera -negra-, a continuacion el jean -azul claro- para después acomodarte en la cama y por fin dormir.
Tus párpados cerrados, tu boca perfecta, tu seño relajado, tu niño interior apropiandose del joven de veintisiete. Te ví ahí, tan nitido, tan real. Juro que hasta me sentí capaz de rozarte y sentirte en mi tacto. Y me ví ahí, siendo testigo de tu ritual al acostarte y comprendí que siempre lo supe, lo nuestro siempre estuvo destinado al estanque. Infinito. Nació trabado y así permanecerá..
No, no morirá, simplemente quedará estancado en un tiempo olvidado e impenetrable. Justo ahí, en medio de eso quedaran los restos de lo que deseamos pero no llegamos a ser. Nos encontraremos en nuestros recuerdos, atemporales, borrosos, livianos..

Lo último de mí hacia a vos.

12.12.14

Me acerco dos pasos, te alejas cinco. Freno. Doy la vuelta, aparecés. Me chocás, me llevas por delante. No me ves. Te golpeo el capót, te grito, me estanco enfrente tuyo, te impido el paso. Das marcha atrás, girás, y convertis el camino de vuelta, en ida. Una ida infinita. Y yo estoy a pie sabés? mi motor no arranca, y no es que no pueda, sino que ya no quiere. No quiere gastar más en esta estúpida persecución dónde termino dónde empecé. Puedo dejar acá mi auto y emprender una larga caminata en tu busca, pero qué sentido tiene? Si al final, terminarías doblando a contramano o dando marcha atrás, obligando a correrme hacia un costado de la carretera. Con vos derrapo o me estrolo. No hay otra.  Voy sola, y vuelvo acompañada, pero no de vos.. sino de ella, no sé quién, ni porqué, muchos menos cuándo y dónde, pero alguien o alguienes alguna vez la denominaron Soledad. Te la presento, acá, a mi derecha, sentadita en el asiento del acompañante.